viernes, 20 de mayo de 2011

WICKED, The musical


22 Enero 2011
Apollo Victoria Theatre, Londres

Ficha Técnica
Escrito por Winnie Holtzman (basado en la novela de Gregory Maguire “Wicked: The Life and Times of the Wicked Witch of the West”)
Duración: 165 min.
Idioma: Inglés
Director: Joe Mantello
Música y letras: Stephen Schwartz
Musical staging: Wayne Cilento
Orquesta: William D. Brohn
Diseño escenografía: Eugene Lee
Diseño de vestuario: Susan Hilferty
Diseño de luces: Kenneth Posner
Diseño de maquillaje: Joe Dulude II
Coreografía: James Lynn Abbott
Director musical: James Draisey

                                                                              Crítica
Sinceramente no sé por dónde empezar a hablar de este espectáculo, partiendo del punto de que casi todo lo que tengo que decir es bueno.

Me gustaría dar las gracias a los que han hecho esta obra posible, porque, acostumbrada a la mayoría del teatro de España (y a sus musicales), estaba muy decepcionada con esta profesión y llegando a pensar que era imposible un actor que hiciera dos cosas bien.
Ya había visto antes un musical en Londres (El rey león), pero a nivel interpretativo no se podía valorar demasiado debido al argumento (predominaban otros aspectos); así que considero este el primero a comparar con lo que he visto en Madrid.

Entramos al teatro Apollo Victoria y ya estás dentro de un mundo mágico ya que, debido a los muchos años que lleva (y que le quedan) en cartel, la obra se sale del escenario para llenar todo el edificio, alfombras verdes, lámparas verdes, brujas pintadas en las paredes (nada excesivo ni cargante, todo sencillo y, en definitiva, bonito)…me sorprendió ir al aseo y al lavarme las manos, ¡hasta jabón verde!...ambientación hasta el mínimo detalle.

Es el otro lado de la conocida historia de “El mago de Oz”, donde los buenos no son tan buenos y, por supuesto,  los malos no son tan malos. Es historia desde el punto de vista de la bruja del Este, Elphaba, que muestra su faceta más (paradójicamente) humana.

El inglés, limpio y claro, no me dificultó en lo más mínima enterarme de cada detalle, me reí y lloré tanto como si fuera mi idioma. Me sorprendí.
La obra empieza y la primera sensación ya es de una especie de “maravillamiento” que no se te va en toda la obra. Unos personajes (que poco tienen que envidiar a los acróbatas del Circo del Sol) hacen de unos extraños seres parecidos a monos, que escalan sin ninguna dificultad por toda la escenografía.

Y esto fue solo el principio. Enseguida salen personajes corales, con una caracterización espectacular y preciosa, la música empieza a llenarlo todo y hace su aparición estelar el Hada del Norte por los aires. De nuevo un “maravillamiento”…no quepo en mi.

Tras una pequeña introducción viajamos en el tiempo para conocer la historia que unió a la bruja con el hada.

Es difícil no maravillarse por los increíbles trajes y los efectos especiales. Es un musical lleno de sorpresas.
Brillante el trabajo de las dos actrices principales, ni una crítica que hacer, bordaban sus papeles con su interpretación perfecta, su presencia sobresaliente, y sus voces indescriptibles. Un orgullo para la profesión de actriz, me daban ganas de subir al escenario y abrazarlas.
En general todos los interpretes impecables, bailes, movimientos, marcas, todo con una máxima limpieza, nada se queda a medias o sucio. Se nota a kilómetros el trabajo.

Cabe destacar el famoso número de “Defyning gravity” en el que la bruja empieza a elevarse cantando una canción que eriza hasta el último pelo de la piel.
Aunque vocalmente e interpretativamente destacaría el número de “No good deed”, se salió, no tengo palabras para describirlo. En toda mi vida había visto semejante momento sobre un escenario, imposible no llorar.
Y a destacar como el momento más divertido y entretenido, el famoso número de “Popular” que canta Glinda (el hada). Había visto videos de este número por internet pero ninguno tan maravillosamente interpretado, no paré de reír, la actriz era todo organicidad y frescura y me quedé con ganas de más. Fue, sencillamente, genial.

En mi opinión, lo peor del musical fue el mismo Mago de Oz, una cara gigante verde que me recuerda a una obra infantil, que se nota que es de plástico y que resulta algo ridícula…Aunque en la película original el mago fuera una “cara”, podían haberlo representado de una manera más teatral o “mágica”; desentonaba con el resto de la obra.

Pese a no tener ningún contenido vulgar o sexual, no creo que sea una historia para niños (aunque pueda parecerlo por ser una historia de fantasía, hadas y brujas, que nadie se confunda), se tratan temas bastante adultos y desde un punto de vista bastante maduro que no creo que un niño menor de 10 años pueda comprender.
Es una historia de fantasía para adultos que en nada se parece a la trama “colorida” que se nos viene a la cabeza cuando pensamos en Oz y el la Bruja del Oeste. Sí, aquí la bruja también es verde a causa de un extraño veneno que ingiere su madre, pero aquí acaban las comparaciones. Porque de la Bruja del Oeste sólo sabemos que era mala. Pero ¿por qué alguien decide ser malo? ¿Si nosotros somos los malos para el malo, quién es realmente el malo?
Un espectáculo lleno de mágia, encantador, y verde (no en el sentido usual de la palabra). Es una oda a la amistad, al amor, a la justicia que atrapa. Más de uno se habrá sentido muy identificado y sobrecogido.
Y como actriz, ganas inmensas de hacer eso, de estar ahí, de ser como ellos. Y eso me llevo, que para mí es la mejor sensación. Es lo más grande que he visto y sin duda, volveré.



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